Todo
empezó con un e-mail que me llega a mi casilla de correo a nombre de Unilever
con el lema de “Dale un antes y un después a tu carrera”. Era una invitación a
participar en el programa de selección de pasantes de Unilever. Subí mi CV y ya
estaba participando desde Febrero. Más tarde, otro e-mail explica que la
primera etapa del proceso consistía en un test virtual que podía hacerse desde
mediados de febrero hasta mediados de marzo aproximadamente. Como no tenía
mucho que hacer más que estudiar para un final, lo hice en febrero: no fue
fácil y no había quedado con la sensación de haberlo hecho bien, sobre todo
porque tenía muchos ejercicios de matemática y lógica cuando yo me había
inscripto para el área de marketing. Luego de poco más de un mes, recibo un
llamado de Cía de Talentos que me felicita por haber pasado la primera
instancia y me invita a participar de la primera entrevista presencial en la
sede central de Unilever en Munro.
Como
el mail citaba a las 8.45 pero pedía una media hora de anticipación, me levante
a las 6.30 y a las 8 ya estaba frente a la puerta. Entre 8.20 y lo que vi
fueron muchas caras nerviosas y ansiosas esperando a que algo suceda. Jóvenes
incómodos en trajes de trabajadores y chicas en tacos altos por la mañana. A
las 9 llega una señorita, pasa una lista y conduce a todos los posibles
pasantes de marketing hacia una sala donde había café, medialunas, hojas
blancas y lapiceras. Hicimos un ejercicio grupal de resolución de un caso de
marketing y después esperamos a que nos llamen para la entrevista individual.
Una de las cosas más interesantes fue llegar a percibir medianamente la
dimensión de la empresa en donde estábamos parados: una empresa multinacional
que opera en 42 países, con 8 plantas en la Argentina, que comercializa productos
de higiene del hogar, higiene personal (jabones, shampoo, perfumes y
desodorantes) y primeras marcas de comidas. La estadística dice que de los
carritos de supermercado en la argentina, se calcula que el 98% tiene por lo
menos un producto Unilever.
De
todas maneras, salimos de ahí para el mediodía sin estar muy seguros de que
pasaría, todo quedo en que se contactaban para el caso de que hubiéramos pasado
a la siguiente etapa. Al igual que la anterior, un llamado me confirmo que
había pasado de nivel y que tenía que asistir al mismo lugar pero esta vez al
panel final. Misma situación al entrar a la empresa pero esta vez más
distendidos que la primera y ya con caras conocidas de la entrevista anterior. Esa vez fueron ya empleados del área de
marketing de la empresa quienes nos hablaron. Eran todos muy jóvenes, ninguno
parecía ser mayor a 30, varios entraron a la empresa por pasantía o programa de
jóvenes profesionales, y todos llevaban 5, 8 o 9 años trabajando en la empresa.
Nos mostraron videos y nos explicaron un poco cuáles eran sus tareas y
empezamos nuevamente con resoluciones de casos. Esta vez fueron 2 y más
complejos. De todas formas, se notaba que el nivel de los participantes ya era
más alto, la manera de interactuar, la participación y el modo de expresarnos
era mejor. El salón también era
diferente, mas amplio y con colores en las paredes que daban la pauta de que se
trata de una empresa que busca gente joven, con
ideas nuevas y que defiende su misión de ofrecer una imagen y productos
relacionados a la vitalidad, la vida sana y la energía positiva. No hay respuestas correctas ni soluciones
absolutas a los ejercicios sino que solo son para poner a prueba los subgrupos
y ver la forma en la que interactuábamos y nos expresábamos.
Hubo
sándwiches de miga, empanadas y gaseosas a mediodía para almorzar y después de
un largo rato empezaron a llamar de a 4 para tomar las entrevistas
individuales. Quedamos últimos un grupo de 3 chicos, una chica y yo, con los
que hablamos, nos reímos y nos pasamos los mails para seguir en contacto. Una
hora más tarde nos vinieron a buscar para la última parte y la entrevista
individual fue, al igual que la vez anterior, muy simple y breve, donde se
preguntaba información personal, datos sobre la carrera, el futuro, etc. Para
las 5 de la tarde ya estaba volviendo a mi casa, con la extraña sensación que
genera la duda de no saber qué pasara, que hiciste bien, qué mal y con la
esperanza de recibir el llamado en 2 semanas para empezar a trabajar.
Lastimosamente, las ilusiones se apagaron con un e-mail que muy cordialmente agradecía
por el tiempo y el esfuerzo hecho pero que sin embargo no iba a ser contratado
por Unilever. Siendo que se trataba de un proceso en el que en sus inicios
tenía a mas de 8 mil inscriptos, haber llegado a la etapa final era un motivo
para ser felicitado y/o al menos reconocido. El lado positivo es que aprendí y
viví la experiencia que fue muy buena e interesante. Quizás en un futuro, algún
día, tenga la posibilidad de presentarme nuevamente y correr con la suerte de
ser contratado, y si no, seguirá sirviendo de experiencia.
del panel final, cuanto tiempo maso menos se demoro en llegarte el correo a ver si quedabas o no en unilever?
ResponderEliminarA 4 años de tu experiencia ¿Cómo podrías volver a describir lo vivido?
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